Calabacín
Pocos saben que, desde el punto de vista botánico, el calabacín es una fruta, y no una cualquiera: es... ¡una baya! Se presenta en varias docenas de variedades. Dependiendo de la variedad, sus frutos difieren en forma, color o, ligeramente, en la textura de la pulpa. Una curiosidad del calabacín son sus grandes flores comestibles, deliciosas sobre todo si se fríen en masa de panqueques.
El calabacín es una hortaliza amante de calor de alta popularidad que también suele ser cultivada por los aficionados en jardines privados. Su fácil cultivo, su atractivo aspecto y su versatilidad culinaria fomentan la popularidad del calabacín año tras año. Es perfecto para preparar estofados, platos a la parrilla o adobos, y también pastas dietéticas, letscho o sopas. Su sabor dulce y textura suave hacen que el calabacín pueda tranquilamente comerse crudo.
Su sabor suave es apreciado por los papás que con gusto preparan platos de calabacín para sus hijos. Uno de los platos de calabacín favoritos de los niños son las tortitas, deliciosas y crujientes.
Variedades alargadas de color verde oscuro y piel lisa y brillante
Son los calabacines más populares y vendidos. Ya se su piel es muy tierna, pueden prepararse sin necesidad de pelarlas. Los calabacines son perfectos para la parrilla o los platos calientes.
Variedades alargadas de piel lisa y amarilla
Su sabor y textura no difieren de las variedades de color verde oscuro. Su intenso color seguramente dará más vida a la composición del plato. Son perfectos para brochetas de verduras coloridas.
Variedades oblongas
Presentan principalmente una piel de color verde, a veces con manchas, se parecen a manzanas maduras. Son las mejores variedades para preparar el relleno. Con su pulpa fácil de extraer, esta planta de menores tamaños hará una comida saciante para toda la familia.
Valor nutricional de calabacín por 100 g:
VALOR ENERGÉTICO
PROTEÍNAS
GRASAS
CARBOHIDRATOS
VITAMINA C
CALCIO
El calabacín es una verdura fácil de digerir. Cocido en forma de puré o de sopa ligera con caldo de verduras, será un plato perfecto para quienes hayan superado una reciente enfermedad o sufran de problemas de digestión. Los purés de calabacín pueden tranquilamente servirse a los bebés para expandir su dieta.
El calabacín se compone principalmente de agua, mientras que su pulpa casi no aporta grasas. Esto lo hace un producto bajo en calorías que ayuda a controlar el peso corporal. Su contenido en fibra contribuye a la sensación de saciedad.
El betacaroteno presente en la piel del calabacín es el precursor de la vitamina A, esencial para una buena visión. Para mejorar la biodisponibilidad de esta vitamina, conviene añadir grasas vegetales saludables a los platos de calabacín.
El potasio y la fibra presentes en el calabacín reducen la presión arterial. Además, el calabacín ofrece propiedades reductoras del colesterol malo LDL y, por lo tanto, previene la aterosclerosis.
En Polonia, el calabacín se cultiva en el sur de Mazovia, una región caracterizada por un microclima específico ideal para las hortalizas termófilas. Esta región abarca los municipios de Przytyk, Potworów, Klwów, Radzanów, Stara Błotnica, Rusinów y Wyśmierzyce.